Nos quejamos constantemente de lo malos que han sido y son los gobiernos a todos los niveles pero, en realidad, no hemos observado el trasfondo, y es ahí donde estamos directamente involucrados, ya que es a nosotros a quienes se gobierna. Nosotros somos los que pagamos el plato con aquello de los errores de los gobernantes mediocres.
Analicémoslo mas de cerca: supongamos que una buena persona llega al gobierno, que pretende ejercer su gestión con la mas ardua dedicación y con la mas pura y blanca intención de ser un buen funcionario; en el momento que tome protesta sus ilusiones se ven mermadas al toparse con que las leyes lo va a atar de pies y manos y que no podrá tomar ninguna decisión ya que cualquiera de ellas vulnera ya sea a una ley o a un reglamento, o que si se le ocurre tal o cual cosa esta atentando contra este articulo o contra tal acuerdo; así sus buenas intenciones se ven reducidas a no poder dar un paso sin que alguien se vea afectado. La gran incógnita es, ¿A que hora se aprobaron las leyes que sirven solo a los ricos y perjudican a los ciudadanos?, ¿Como fue posible que un representante popular que vive de mis aportaciones al fisco me de esa puñalada por la espalda?, ¿Cómo es que las leyes están ajustadas para que el poderoso pueda evadirlas junto con el astuto, y nosotros los del montón tengamos que vivir bajo tales absurdos?
Pues bien, la poca participación de los ciudadanos en la política, la ignorancia, los pocos datos históricos que poseemos, la falta de interés, la nula indignación de los ciudadanos, la poca cultura general y la indiferencia hacen de nosotros un pueblo poco comprometido y por lo tanto ideal para que se abuse de el. Es decir, no culpemos al gobierno de lo que padecemos por no poner atención y acercarnos a nuestros representantes, por no estar presentes a través de lo que por ley nos corresponde saber y hacer.
Exijamos cuentas claras, observemos de cerca los procesos, la representación popular comienza con los jefes de colonia, de ahí va a los regidores y después diputados y cenadores, comencemos por ubicar a los que tenemos cerca para presentarles nuestras preocupaciones e indignaciones, que se sepa que estamos al tanto y que estamos por demás comprometidos con cualquier eventualidad que ocurra en los estratos político y social de nuestro país, dejemos de quejarnos y comencemos a actuar, hagamos valer nuestra ciudadanía que para eso pagamos impuestos y contamos en los censos poblacionales. Exijamos cuentas, pero también apoyemos impulsemos y propongamos que solo así podremos salvar a nuestro país…
No reparemos en nada y examinemos todo, que solo si somos ciudadanos de primera tendremos un gobierno de primera.
Siempre nos manejan así....
que despierte quetzqalcoatl...... es timpo.
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